sábado, enero 26, 2008

Blog Cronica Verde-diario20minutos

Pero qué estamos comiendo?
Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto en tres especies de buitres salvajes altas concentraciones de antibióticos en la sangre. En concreto, en el 57% de 49 buitres negros, en el 12% de 50 buitres leonados y en el 40% de los 25 alimoches analizados, todos muestreados en sus nidos de Segovia y Madrid.

La noticia se ha difundido ampliamente estos días entre los medios de comunicación señalando el peligro de estos fármacos para las poblaciones españolas de carroñeras, debido a su toxicidad y a sus efectos inmunodepresores. Especialmente para el buitre negro, pues el análisis de varios ejemplares encontrados muertos ha confirmado la presencia de antibióticos que les provocaron graves lesiones en el hígado y el riñón, así como la degeneración de los órganos del sistema inmune.

La pregunta surge al momento: ¿Cómo han llegado nuestros sofisticados antibióticos de última generación a la sangre de las esquivas aves necrófagas? Pues muy fácil. Comiendo en los basureros nuestros cerdos, pollos, conejos y vacas muertos. Y no es una suposición. Un estudio paralelo realizado por el mismo equipo encontró grandes niveles de los fármacos en cadáveres de cerdos procedentes de granjas y disponibles para los buitres en muladares.

Los antibióticos se usan en la ganadería para reducir las enfermedades y aumentar el tiempo de conservación de su carne en fresco. Pero algunos ganaderos ponen a los animales el triple de las cantidades recomendadas, mientras otros los añaden directamente en los piensos, a pesar de ser una práctica ilegal.

Y ahora les confieso mi temor. Si los buitres, habituados a comer animales en descomposición, con un sistema inmunológico a prueba de balas, están muriendo por culpa de consumir esporádicamente nuestro ganado muerto, ¿cómo estaremos nosotros, alimentados diariamente y a lo largo de toda nuestra vida con esos cerdos, pollos, conejos y vacas preñados de química? Pues como estamos, cada vez más enfermos, más alérgicos, más inmunes a los fármacos.



Buitres negros, cuya salud y supervivencia peligra por comer tan sólo lo mismo que nosotros comemos.

Fuente: 20 minutos/Cesar-Javier Palacios

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